El AV1 tiene la forma de una cabeza y torso humanos. Le permite al usuario interactuar con profesores y compañeros a través de una aplicación.
La compañía noruega No Isolation ha desarrollado un ingenio conocido como AV1 que tiene como objetivo tomar el lugar de un niño en el aula del colegio. La idea no es reemplazar a los seres humanos también en este área, sino ofrecer un medio de acceso a dicho entorno para quienes por razones de fuerza mayor no puedan asistir a clase.
Diseño y funcionamiento
El dispositivo recuerda a los bustos de los próceres, tiene cabeza y la parte superior del torso. Tienen una cámara, un micrófono y un parlante para interactuar con el entorno. La cabeza puede girar unos 360°. El AV1 está pensado para descansar sobre el pupitre que le corresponde al alumno. El usuario controla su comportamiento a través de una aplicación.
Además de la salida de audio el robot tiene una luz que actúa como reemplazo del gesto de levantar la mano. Por lo que los niños pueden pedir permiso para hacer preguntas o dar una respuesta sin alzar la voz en medio de la clase.
Estar es mejor que no estar
Según la compañía actualmente hay unos 3 mil AV1 operativos en unos 17 países. La mayoría están en Reino Unido y Alemania. La idea es que sean las escuelas las que adquieran o renten los robots y luego otorguen claves de acceso a los niños que necesiten utilizarlos.
Como el lector se imaginará estos robots fueron inspirados por los años de la pandemia. Sin embargo, su utilidad excede dicha circunstancia. Los niños se enferman a menudo, también los hay que tienen condiciones crónicas o atraviesan un momento delicado por circunstancias particulares.
La telepresencia no es un reemplazo para la asistencia, sobre todo en los menores que necesitan atención e interactuar con otros niños como parte de su proceso de socialización y crecimiento. Pero es una alternativa adecuada al aislamiento..
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