Microsoft ya nos adelantó, el año pasado, sus planes de dotar a Windows 11 de compatibilidad nativa con múltiples formatos de compresión de archivos. Las primeras noticias al respecto las tuvimos hace alrededor de un año, y el primer paso efectivo en este sentido lo vimos en otoño, cuando una actualización del sistema llevó el soporte para descomprimir ficheros en diversos formatos, como los muy populares Rar y 7-Zip.
Obviamente, como ya contamos en aquel momento, este soporte de todos estos formatos es limitado en funciones, es decir, que es posible descomprimir ficheros (siempre que no estén protegidos por contraseña) y nada más. Es decir, tan solo nos evita la necesidad de emplear una aplicación específica si nuestra única necesidad es descomprimir y, de manera puntual, comprimir en formato Zip, también sin la posibilidad de realizar ajustes sobre el proceso y el archivo resultante.
Ahora, sin embargo, parece que ésta era solo la primera parte de un plan cuya segunda fase ya está en marcha. Hoy se ha liberado, en el canal Beta del programa de Insiders, la Preview Build 22635.3640 y, al repasar las novedades incluidas en la misma, vemos que Windows 11 empieza a probar el soporte para comprimir archivos en los formatos 7-zip y TAR, que se suman al ya presente Zip, que mencioné anteriormente.
Además de sumar estos nuevos formatos de compresión, y según podemos leer en dicha publicación, Windows 11 también contará con un asistente que mejora el actual, ya que permitirá realizar algunos ajustes en relación con el o los archivos resultantes. Esto es lo que indican al respecto:
«Hemos agregado soporte para crear archivos 7-zip y TAR además de ZIP a través del menú contextual en el Explorador de archivos. También agregamos un nuevo asistente de compresión que te permite elegir aún más formatos y especificar aún más detalles. Puedes comprimir archivos individuales con gzip/bzip2 (y más) o agregar varios archivos a archivos en diferentes formatos tar con diferentes tipos de compresión. También puedes cambiar el nivel de compresión y qué tipos de datos se almacenan en cada archivo.»
Con estas novedades, es indudable que el soporte de compresión de archivos de Windows 11 da un salto enorme y, si bien tendremos que ver qué ajustes son los que se ofrecen finalmente, sí que es posible que con esta mejora ya no sea necesario emplear un compresor-descompresor externo, pues la gran mayoría de los usuarios pueden ver satisfechas sus necesidades en este sentido con lo que ahora se está probando ya en el canal beta.