Comprar componentes para nuestro ordenador representa una inversión extremadamente grande, y nadie querría que por una mala elección estos vean su vida útil acortada, por lo que siempre recomendamos optar por aquellos que provienen de marcas más fiables. Aunque está claro que es un problema tratar de comprar siempre de las marcas más top, por el hecho de que muchos de los productos que podemos encontrar tienen precios muy altos, pero al final, es lo mejor para evitar problemas.
La fuente de alimentación, el componente más olvidado
Cuando pensamos en un ordenador, siempre se nos viene a la cabeza los componentes más básicos, la placa base, la RAM, el procesador y la gráfica, dejando muchas veces de lado otros que también son igual de importantes como pueden ser las unidades de almacenamiento, los disipadores, la propia caja e incluso la fuente de alimentación. En general, está claro que para que un ordenador funcione de la forma más correcta debemos encontrar el equilibrio entre todas las piezas, y esto no esta claro que es un hecho.
Pero como bien hemos indicado en un principio, en muchas ocasiones podemos prescindir de comprar el producto más adecuado por tratar de ahorrar en el presupuesto final de nuestro ordenador, dejando de lado, en la mayoría de ocasiones, la fuente de alimentación. Esto crea una serie de problemas extremadamente graves, ya que debemos tener en cuenta algo muy importante, y es que un malfuncionamiento de la PSU puede causar daños extremadamente grandes sobre nuestro equipo, llegando a romper en ciertas ocasiones algunos de los componentes más caros del mismo, haciendo que al final el ahorro conseguido, se vaya en tener que comprar nuevas piezas.
Qué convierte a la PSU en algo tan importante
Como bien hemos indicado anteriormente, uno de los principales motivos que hacen que sea tan importante es el hecho de que al final se trata del componente que alimenta todo nuestro sistema, haciendo que si tiene algún fallo, nuestro ordenador deje de funcionar, en el mejor de los casos, sin que se rompa nada. Pero las diferencias entre las fuentes de alimentación malas y buenas no reside únicamente en la fiabilidad que tienen, sino también en cómo son capaces de aprovechar la energía.
Al final hay un problema muy grande últimamente, que como ya sabemos es el precio de la factura de la luz, y si tenemos un ordenador muy potente con una PSU que no tenga una buena eficiencia, podremos haber notado mucho más las subidas. Esto implica, que a la hora de invertir en una fuente de alimentación, debemos pensar el uso que le vamos a dar a nuestro ordenador, ya que si es extremadamente potente y le vamos a dar un uso continuo, lo mejor es optar por aquellas fuentes que tengan un certificado 80 Plus lo más alto posible.
Si queréis comprobar el gasto que produce vuestro ordenador, podéis utilizar la página OuterVision, que os permitirá conocer además, que fuente de alimentación es la mejor para vuestro ordenador, así como cuanto dinero podríais llegar a ahorrar al año.